La enfermedad del gusano del corazón, parásito potencialmente mortal en mascotas

agronegocios.co / Foto: Reuters

Su gravedad reside en que en muchas ocasiones es asintomática, motivo por el cual suele detectarse cuando está en estado avanzado.

Las mascotas son vulnerables a padecer de parásitos que no solamente limitan su actividad cotidiana, sino que generan afecciones que comprometen su vida. Una de ellas es la enfermedad del gusano del corazón, la cual es causada por una lombriz parasítica que, además de provocar lesiones pulmonares severas, genera patologías cardiacas graves y potencialmente mortales.

A diferencia de otros parásitos, la lombriz Dirofilaria immitis no se transmite a través del contagio entre animales, sino que llega a las mascotas por medio de la picadura de un mosco intermediario, que normalmente se da en épocas de gran infestación de estos insectos.

Tras su picadura, las larvas viajan a través del torrente sanguíneo y se instalan en las cámaras cardiacas y vasos pulmonares una vez hayan obtenido el tamaño de adulto, por esa razón, es comúnmente conocida como enfermedad del gusano del corazón.

“Desde que los parásitos entran en el organismo de un perro, hasta que alcanzan su madurez, pueden pasar entre 80 a 120 días. Además, otra forma de contagio es la intraplacentaria, que se da cuando la mamá está en proceso de gestación estando contaminada, transmitiéndole la enfermedad a sus cachorros”, resaltó Sandra Castañeda, médica veterinaria y gerente de la clínica veterinaria Bakata.

Según lo cuenta Castañeda, la gravedad de esta enfermedad reside en que en muchas ocasiones es asintomática, motivo por el cual suele detectarse cuando está en un estado avanzado de infestación.

En los casos cuando hay sintomatología, las más comunes de detectar son cansancio, intolerancia al ejercicio, taquicardia, tos, hemorragias nasales, sangrados orales, depresión, pérdida de peso, desmayo, anorexia y, la más grave, paro cardiaco.

“Para hacer un diagnóstico correcto se deben hacer análisis de sangre que, junto con los síntomas asociados, nos dirá si hay evidencia de infecciones, anemia, problemas de coagulación, renales, hepáticos, entre otros”, añadió Castañeda.

Cuando se tienen fases avanzadas, la radiografía o el ultrasonido de tórax indicarán la presencia de organismos en estado adulto presentes, que confirmarán la concurrencia de la enfermedad en la mascota.

“El pronóstico de esta enfermedad es desde bueno, reservado o malo, dependiendo del momento en que hagamos el diagnóstico. La idea de tratamiento es atacar todas las fases de este parásito, por lo que debe ser agresivo e integral, con el fin de que salvemos la vida del animal”, resaltó la experta.

Por todo esto, la mejor forma de tratarla es a través de la medicina preventiva. Siempre que se tenga un cachorro hay que seguir estrictamente el plan de desparasitación. Según Castañeda, hay perros que necesitan una desparasitación casi mensual, otros que la harán trimestral, bimensual, etc., todo depende de la sospecha que se tenga sobre el contagio con este parásito.

“La recomendación más importante es que siempre que tengamos animales, debemos acudir a nuestro médico veterinario. Las desparasitaciones, tanto internas como externas, para todos los animales, sin importar edad, sitio o condición, debe ser un mecanismo de medicina preventiva, tendiente a evitar que existan muertes innecesarias en mascotas, que se previenen simplemente con hacer desparasitación en los tiempos y momentos adecuados”, concluyó Castañeda.


×